El mundo de la arquitectura está de luto. Frank Gehry, el visionario arquitecto canadiense-estadounidense conocido por sus diseños innovadores y escultóricos, falleció a los 96 años en su hogar en Los Ángeles, tras una breve enfermedad respiratoria. Gehry, cuyo nombre real era Frank Owen Goldberg, deja un legado imborrable que transformó la forma en que percibimos y experimentamos los espacios construidos.
Un Innovador Desde sus Inicios
Nacido en Toronto, Canadá, en 1929, Gehry estudió arquitectura en la Universidad del Sur de California y planificación urbana en Harvard. Fundó su estudio en Los Ángeles en 1962, y rápidamente comenzó a desafiar las convenciones arquitectónicas con sus diseños audaces y poco convencionales. Su propia casa, remodelada con materiales utilitarios como bloques de hormigón, madera contrachapada y metal corrugado, se convirtió en un manifiesto de su enfoque innovador.
El "Efecto Bilbao" y el Reconocimiento Mundial
Si bien Gehry ya era un arquitecto respetado, fue el Museo Guggenheim Bilbao, inaugurado en 1997, el que lo catapultó a la fama internacional. Este edificio, revestido de titanio y con formas curvas y ondulantes, se convirtió en un ícono de la arquitectura contemporánea y generó el llamado "efecto Bilbao", donde ciudades en decadencia buscaban revitalizarse a través de proyectos arquitectónicos espectaculares.
Además del Guggenheim Bilbao, Gehry dejó su huella en todo el mundo con obras como el Walt Disney Concert Hall en Los Ángeles, el New World Center en Miami y la Fondation Louis Vuitton en París. Su enfoque innovador, que combinaba la tecnología de diseño de aviones de combate con una sensibilidad artística única, lo convirtió en uno de los arquitectos más influyentes de nuestro tiempo.
Un Legado Imborrable
Frank Gehry fue galardonado con el Premio Pritzker de Arquitectura en 1989, el máximo reconocimiento en el campo de la arquitectura. Su legado perdurará a través de sus obras icónicas, que seguirán inspirando a arquitectos y diseñadores de todo el mundo. Su visión audaz y su capacidad para transformar materiales ordinarios en obras de arte arquitectónicas lo convierten en una figura clave en la historia de la arquitectura moderna.