La interna peronista bonaerense se recalienta. Máximo Kirchner, en un giro inesperado, abre la puerta a una posible interna en el Partido Justicialista (PJ) de la provincia, desafiando su propio liderazgo. ¿Está dispuesto a arriesgarlo todo?
¿Un paso al costado o una jugada estratégica?
En medio de tensiones con Axel Kicillof y tras cuestionamientos sobre su apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, Máximo Kirchner declara estar dispuesto a competir en una interna. Este movimiento se da en un contexto de fuertes pases de factura dentro del peronismo tras la derrota electoral y la búsqueda de nuevos liderazgos.
Kirchner, en declaraciones radiales, intentó bajar la espuma de la interna, asegurando que no monta campañas contra nadie y describiendo su relación con Kicillof como "neutra". Sin embargo, aprovechó para cuestionar la falta de apoyo explícito del gobernador a Cristina Kirchner cuando esta se postuló para presidir el PJ nacional.
El fantasma de la interna: ¿Un riesgo calculado?
La posibilidad de una interna en el PJ bonaerense genera incertidumbre y expectativas. ¿Es una forma de fortalecer su posición o un reconocimiento de la necesidad de renovación dentro del partido? La convocatoria a elecciones internas en febrero, coincidiendo con el aniversario del primer triunfo peronista, añade un simbolismo particular a este proceso.
Axel Kicillof, por su parte, se encuentra en una encrucijada. Debe consolidar su liderazgo en la provincia, mientras lidia con las presiones de La Cámpora y el resurgimiento de la interna peronista. Su estrategia de diferenciación de Cristina Kirchner y la construcción de su propio liderazgo generan tensiones dentro del espacio político.
El futuro del peronismo bonaerense está en juego. La decisión de Máximo Kirchner de abrir la puerta a una interna podría marcar un punto de inflexión en la historia del partido, redefiniendo liderazgos y estrategias de cara al futuro.
- ¿Se avecina una renovación en el PJ bonaerense?
- ¿Podrá Kicillof consolidar su liderazgo en medio de la interna?
- ¿Qué rol jugará Cristina Kirchner en este nuevo escenario?