Sturzenegger y el INTA: El campo en alerta por posibles recortes
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La posible reestructuración del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) bajo la gestión de Federico Sturzenegger ha generado preocupación en el sector agropecuario argentino. Las principales entidades del campo, agrupadas en la Mesa de Enlace, han emitido un comunicado expresando su defensa del INTA y su rol crucial en el desarrollo tecnológico del sector.
El INTA, fundado en 1956, ha sido un motor fundamental para la innovación en el campo, reconocido a nivel global por su contribución al desarrollo de nuevas tecnologías y variedades de cultivos. La propuesta inicial de fusionarlo con el INTI y luego la idea de reducir su estructura, alegando un crecimiento excesivo y la incorporación de personal político durante las administraciones de Cristina Kirchner y Alberto Fernández, han desatado un intenso debate.
La Mesa de Enlace, conformada por la Sociedad Rural Argentina, Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas y la Federación Agraria Argentina, ha manifestado su compromiso con el INTA, mostrando así una clara señal de alarma ante un posible ajuste que consideran desproporcionado. Destacan la importancia de la institución, responsable de la creación de más de 1.000 cultivos y poseedora de numerosas patentes tecnológicas.
Recientemente, los dirigentes de estas entidades se reunieron con el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, para expresar sus inquietudes. Durante el encuentro, manifestaron la necesidad de modernizar el INTA y hacerlo más eficiente, pero insistieron en la importancia de mantener su autarquía y su capacidad de gobernanza.
El futuro del INTA: ¿Qué está en juego?
La incertidumbre sobre el futuro del INTA plantea interrogantes sobre la capacidad del sector agropecuario para seguir innovando y compitiendo a nivel internacional. La posible reducción de recursos y la modificación de su estructura podrían tener un impacto negativo en la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías para el campo.
Próximos pasos
Se espera que las negociaciones entre el gobierno y las entidades del campo continúen en las próximas semanas. El objetivo es encontrar un punto de equilibrio que permita modernizar el INTA sin comprometer su capacidad de investigación y su rol estratégico en el desarrollo del sector agropecuario argentino. La defensa de su autarquía se presenta como un punto clave en las discusiones.