¡Escándalo en NY! ¿Pagar por circular? La polémica medida que indigna
Colaboradores
Nueva York bajo fuego: El peaje por congestión desata la furia popular
El plan de peaje por congestión implementado en Nueva York por la gobernadora Kathy Hochul ha generado una ola de indignación y debate. La medida, que implica el cobro de un peaje por ingresar al centro de Manhattan, ha sido comparada con las tácticas del famoso ladrón Willie Sutton, quien justificaba sus atracos bancarios argumentando que "ahí es donde está el dinero".
Hochul celebra los ingresos millonarios generados por el peaje, proyectando alcanzar los 500 millones de dólares a fin de año. Sin embargo, críticos señalan que esta "victoria" se logra a expensas de los trabajadores y la clase media, quienes deben destinar una parte significativa de sus ingresos para poder llegar a sus empleos. Argumentan que ya pagan impuestos para el mantenimiento de las carreteras y que este nuevo peaje representa una doble imposición.
Según la oficina de la gobernadora, el peaje busca mejorar el flujo de tráfico y beneficiar a las empresas al facilitar las entregas. No obstante, distribuidores de alimentos y pequeños restaurantes denuncian que la medida ha incrementado sus costos operativos, lo que a su vez se traduce en precios más altos para los consumidores.
La iniciativa, envuelta en una justificación ambientalista, es vista por muchos como una cruel maniobra recaudatoria. La postergación de su implementación hasta después de las elecciones de noviembre pasado alimenta la sospecha de que la gobernadora buscaba evitar el rechazo electoral. Ahora, con la mira puesta en las elecciones de 2026, se teme que, de ser reelecta, Hochul podría duplicar los peajes.
A pesar de la controversia, datos oficiales indican que el programa ha logrado reducir el tráfico y aumentar la velocidad de los autobuses en la zona de congestión. Un informe de la Regional Plan Association también señala una disminución de los retrasos en el tráfico fuera de Manhattan, incluyendo el Bronx y municipios de Nueva Jersey.
Mientras tanto, la batalla legal continúa, con el Departamento de Transporte de EE.UU. intentando frenar la iniciativa. El futuro del peaje por congestión en Nueva York sigue siendo incierto, pero una cosa es segura: la polémica está lejos de terminar.