El mundo del fútbol y la política se entrelazan una vez más, generando controversia y preguntas incómodas. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, ha decidido otorgar el Premio de la Paz de la FIFA a Donald Trump durante el sorteo del Mundial 2026. Un gesto que, lejos de ser puramente deportivo, levanta sospechas sobre posibles acuerdos y favores políticos.
El Sorteo Mundialista: ¿Un Escenario Político?
La elección del John F. Kennedy Center en Washington D.C. como sede del sorteo ya generó suspicacias. Inicialmente se esperaba que el evento se realizara en Las Vegas, pero tras conversaciones entre Infantino y Trump, la sede se trasladó a la capital estadounidense. Según el Washington Post, la FIFA accedió a usar el Kennedy Center a “costo cero”, mientras que el centro cultural asegura que recibirán recursos y donaciones millonarias. Esta aparente contradicción alimenta las dudas sobre la transparencia del acuerdo.
Trump y el Kennedy Center: Una Relación Conflictiva
Desde su segundo mandato, Trump y sus asesores han criticado la gestión anterior del Kennedy Center, tildándola de "woke". Impulsaron cambios estéticos y una reorientación hacia una agenda de "sentido común". La decisión de la FIFA de realizar el sorteo en este recinto, con Trump como figura central, parece ser una señal de apoyo a su visión política.
El Premio de la Paz: ¿Un Reconocimiento Genuino o un Intercambio de Favores?
Si bien Infantino no ha confirmado oficialmente la entrega del premio a Trump, sus elogios hacia el ex presidente estadounidense sugieren que es altamente probable. Infantino se refirió a Trump como un “amigo cercano” con “una energía increíble”. Este reconocimiento, sumado a las controversias que rodean la elección del Kennedy Center como sede del sorteo, plantea serias dudas sobre la imparcialidad de la FIFA y su compromiso con los valores de la paz y la justicia.
¿Estamos ante un genuino reconocimiento a los esfuerzos de Trump por la paz mundial, o ante un simple intercambio de favores políticos? La respuesta, por el momento, permanece oculta tras las cortinas del poder.