Un escándalo sacude el mundo del fútbol argentino. La Policía Federal allanó Sur Finanzas, empresa vinculada a Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA, y la sede del Club Atlético Banfield. La medida fue ordenada por el juez federal Luis Armella a raíz de una denuncia por presunta evasión del impuesto al cheque por 3.300 millones de pesos, presentada por la DGI-ARCA, dependiente del gobierno de Javier Milei.
Según fuentes judiciales, Sur Finanzas movió alrededor de 818.000 millones de pesos en operatorias con personas inexistentes o sin capacidad económica. El juez Armella también congeló las cuentas de la financiera y ordenó el levantamiento del secreto bancario de Ariel Vallejo, vinculado a la empresa y a Tapia.
El allanamiento se produce en un contexto de fuertes tensiones entre el gobierno nacional y la AFA. Algunos sectores denuncian una persecución política contra Tapia, mientras que otros celebran la investigación como un acto de justicia.
Banfield se Despega del Escándalo
Matías Mariotto, presidente de Banfield, aseguró que el club no tiene relación con los manejos de Sur Finanzas. Explicó que la empresa fue sponsor del club durante 2024, pero que su gestión no tiene nada que ver con ella. Mariotto atribuyó el allanamiento a una maniobra para perjudicar a Tapia, argumentando que se están mezclando cuestiones ajenas al club.
“Esto es un circo mediático. Están allanando los clubes a costa de Chiqui Tapia, esa empresa no tiene nada que ver con Banfield”, afirmó Mariotto.
Un Caso con Múltiples Aristas
La investigación contra Sur Finanzas también está vinculada a una causa por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), donde se sospecha que la financiera lavó dinero utilizando billeteras virtuales. Este entramado de conexiones y acusaciones complica aún más el panorama y alimenta las sospechas sobre posibles manejos irregulares.
¿Persecución Política o Lucha Contra la Corrupción?
La pregunta que resuena en el ambiente es si este allanamiento responde a una genuina intención de combatir la corrupción o si se trata de una estrategia política para debilitar a Tapia y a la AFA. La respuesta, por ahora, es incierta. Lo que sí es claro es que el caso Sur Finanzas ha desatado una tormenta mediática y judicial que promete seguir dando que hablar.
La justicia deberá determinar si existen pruebas suficientes para sostener las acusaciones y si se respetan las garantías constitucionales de los imputados. Mientras tanto, el mundo del fútbol argentino observa con atención el desarrollo de este escandaloso caso.