El fútbol argentino vuelve a ser noticia, y no precisamente por su juego. La reciente proclamación de Rosario Central como "Campeón de Liga 2025" por parte de la AFA ha desatado una ola de controversias, alimentada por un nuevo y polémico comunicado impulsado por Pablo Toviggino, tesorero de la Asociación del Fútbol Argentino.
El Comunicado de la Discordia
Toviggino, conocido por sus intervenciones directas y a menudo provocadoras en redes sociales, anunció que Estudiantes de La Plata deberá rendir homenaje a Rosario Central en su próximo encuentro. El comunicado de la AFA exige que los jugadores de Estudiantes formen un pasillo para recibir al "Campeón de Liga 2025".
Esta imposición llega después de que Estudiantes negara haber participado en votación alguna sobre el reconocimiento del título a Rosario Central, generando aún más tensión entre los clubes y la AFA. La respuesta de Toviggino no se hizo esperar, acusando a Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes, de participar en una campaña de "desestabilización y terrorismo" contra la AFA.
¿Un Título Legítimo? La Polémica Crece
La decisión de otorgar este título a Rosario Central, basándose en la suma de puntos en la temporada, ha sido criticada por la falta de transparencia y debate público. Muchos cuestionan la legitimidad de este nuevo título y si realmente aporta valor al ya saturado calendario futbolístico argentino.
Expertos señalan que este tipo de decisiones improvisadas erosionan la credibilidad de las competiciones y generan confusión entre los aficionados. La pregunta que resuena es: ¿cuánta credibilidad puede sostener el fútbol argentino cuando las reglas cambian constantemente y los títulos parecen otorgarse de manera arbitraria?
Los Caprichos de la AFA y los Amigos del Poder
Críticos como Alejandro Fabbri denuncian los constantes cambios insólitos y de último momento en los torneos argentinos, señalando que estas decisiones parecen favorecer a ciertos equipos y dirigentes. La entrega del trofeo a Rosario Central, sin una votación formal ni un proceso transparente, alimenta las sospechas de favoritismo y falta de equidad.
Mientras la polémica continúa, el fútbol argentino se enfrenta a un nuevo desafío: recuperar la confianza de los aficionados y garantizar la transparencia en la toma de decisiones para evitar que este tipo de controversias sigan manchando la reputación del deporte más popular del país.