Divididos, la aplanadora del rock, ha sorprendido a sus seguidores con una propuesta innovadora: presentar su nuevo álbum, el primero en 15 años, de una manera completamente diferente. Lejos de los clásicos conciertos, la banda reunió a 8500 fans en el Movistar Arena para una experiencia inmersiva que combinó la escucha del disco, la proyección de un documental y una charla íntima con los músicos.
Un Lanzamiento Fuera de lo Común
En una época dominada por las plataformas digitales y el consumo rápido de música, Divididos apuesta por una conexión más profunda con su público. Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella invitaron a sus seguidores a sumergirse en su nuevo trabajo, titulado simplemente 'Divididos', antes de su lanzamiento oficial en plataformas digitales y formato físico.
Más que un Disco, una Experiencia
La velada se dividió en tres partes: primero, la escucha del álbum en su totalidad, permitiendo a los fans descubrir las nuevas canciones en un ambiente especialmente preparado. Luego, se proyectó 'Sonidos, barro y piel', un documental que ofrece una mirada íntima al proceso de creación del disco. Finalmente, la banda se prestó a una charla abierta con el público, respondiendo preguntas y compartiendo anécdotas.
La iniciativa resultó un éxito rotundo, superando las expectativas de la banda y de los fans. La posibilidad de escuchar el disco en primicia y de interactuar directamente con Divididos generó una atmósfera única de camaradería y celebración.
El Regreso de la Aplanadora
Este lanzamiento marca el regreso de Divididos al estudio después de 15 años, tras la publicación de 'Amapola del 66' en 2010. Si bien la banda nunca dejó de tocar en vivo, la edición de un nuevo álbum representa un hito importante en su trayectoria y una oportunidad para conectar con nuevas generaciones de oyentes.
La innovadora propuesta de Divididos demuestra que, incluso en la era digital, la música puede seguir generando experiencias significativas y construyendo puentes entre artistas y fans. Un ejemplo de cómo reinventarse sin perder la esencia.