La situación de los vuelos en Estados Unidos se torna cada vez más crítica. A pesar de la potencial finalización del cierre del gobierno, las cancelaciones y demoras aéreas se agudizarán esta semana, según informaron funcionarios de la Administración Federal de Aviación (FAA).
La FAA, ante la creciente preocupación por la seguridad pública, ha ordenado a las aerolíneas nacionales reducir un 4% sus vuelos en 40 de los principales aeropuertos del país. Esta medida responde a las ausencias y al estrés que manifiestan los controladores aéreos.
Desde el viernes, se han cancelado más de 7,900 vuelos. El objetivo de reducción aumentará al 6% el martes y al 10% el viernes. El lunes, las aerolíneas ya habían suspendido más de 2,300 vuelos, y otros 1,000 programados para el martes también sufrieron cancelaciones debido a las restricciones.
Hasta las 5 am ET del martes, más de 1,100 vuelos habían sido cancelados y más de 540 habían sido retrasados. La FAA también amplió sus restricciones de vuelo, prohibiendo a los jets de negocios y a muchos vuelos privados utilizar una docena de aeropuertos ya sujetos a límites de vuelos comerciales.
La falta de pago durante más de un mes ha llevado a algunos controladores aéreos a ausentarse del trabajo, alegando estrés y la necesidad de buscar empleos adicionales. Esta situación ha provocado retrasos significativos, como uno de aproximadamente cinco horas para los vuelos que llegaban el lunes por la noche al aeropuerto internacional O'Hare de Chicago, donde el clima invernal exacerbó las interrupciones relacionadas con la falta de personal.
¿Qué esperar?
Los viajeros aéreos deben prepararse para posibles inconvenientes y verificar el estado de sus vuelos antes de dirigirse al aeropuerto. La situación es fluida y las aerolíneas están trabajando para minimizar el impacto en los pasajeros, pero las cancelaciones y demoras son inevitables en este momento.
Recomendaciones
- Verificar el estado del vuelo antes de ir al aeropuerto.
- Considerar opciones alternativas de viaje si es posible.
- Tener paciencia y estar preparado para posibles retrasos.