EEUU al borde del abismo: ¿Cuánto impactará el cierre del gobierno?
EEUU se tambalea: El cierre del gobierno amenaza la economía
Mientras el cierre del gobierno de Estados Unidos comienza a sentirse con fuerza, la pregunta que resuena en los pasillos del poder y en los hogares de millones de estadounidenses es: ¿cuánto impactará realmente a la economía? La incertidumbre se palpa en el aire, y las consecuencias ya se están haciendo notar.
Michael Galletly, empleado del Departamento de Agricultura en Utah, relata cómo junto a su esposa debieron analizar minuciosamente sus facturas y planificar durante horas cómo sobrevivir al cierre. Su panorama es incierto: "Podría aguantar dos meses, quizás tres muy austeros", afirma Galletly, un especialista en gestión de TI que fue puesto en licencia sin goce de sueldo. "Pero no sé cuánto durará esto".
Consecuencias inminentes del cierre gubernamental
El bloqueo ya ha generado complicaciones en los viajes, demoras en las aprobaciones gubernamentales de permisos y préstamos, y el cierre de algunos museos. Pero ahora, con millones de trabajadores federales en todo el país comenzando a perder sus cheques de pago y respondiendo con una reducción del gasto, los analistas advierten que el impacto comenzará a resonar más ampliamente.
"Estamos llegando a este punto de inflexión crítico en términos del cierre del gobierno y sus ramificaciones para la economía en general", señala Stash Graham, director gerente de Graham Capital Management. Ya hay indicios de que la confianza empresarial y del consumidor ha disminuido, lo que podría ser un indicador de debilidad económica en el futuro.
La falta de datos agrava la crisis
Los analistas señalan que la demora o suspensión de la publicación de datos económicos clave, como el informe mensual de empleo, está aumentando la incertidumbre, lo que lleva a las empresas a suspender las decisiones de gasto y aumenta el riesgo de error a medida que los responsables de la formulación de políticas actúan sin la mejor información disponible.
Galletly, en Utah, comenta que comenzó a reducir sus compras antes del cierre, cancelando planes para comprar un remolque para acampar, optando por una computadora portátil de segunda mano para su hija y posponiendo los planes para reemplazar ventanas, incluida una que tiene goteras. Ahora, ante la perspectiva de perder su primer cheque de pago la próxima semana, ha solicitado el seguro de desempleo y se ha puesto en contacto con los bancos que tienen su hipoteca y su préstamo para el automóvil, con la esperanza de llegar a un acuerdo.