Jorge Julio López: 19 años de impunidad y una herida abierta
Hoy se cumplen 19 años de la desaparición de Jorge Julio López, albañil y testigo clave en el juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz. Su desaparición, ocurrida el 18 de septiembre de 2006, no solo representa una tragedia personal y familiar, sino también un símbolo de la impunidad persistente en la Argentina.
López, sobreviviente de los centros de tortura durante la dictadura militar, había testificado valientemente contra Etchecolatz. Su segunda desaparición, en plena democracia, evidenció que las estructuras represivas de la dictadura no fueron completamente desmanteladas y que los testigos y sobrevivientes seguían siendo vulnerables.
Adriana Calvo, referente en la lucha por los derechos humanos, definió el caso de López como un “monumento a la impunidad”. Esta definición sigue resonando hoy, mientras organizaciones de derechos humanos, sociales, sindicales y estudiantiles se movilizan para exigir justicia y verdad.
La Multisectorial La Plata-Berisso-Ensenada convoca a una marcha desde Plaza Moreno a Plaza San Martín, en La Plata, bajo consignas como “aparición con vida ya”, “el Estado es responsable” y “con el gobierno progenocida de Milei y Villarruel crece la impunidad que todos los gobiernos garantizaron”. También se suman reclamos contra la represión, la criminalización, el hambre y el ajuste, así como el pedido de “Palestina libre”.
La figura de Jorge Julio López continúa interpelando a la sociedad argentina. Su nombre se invoca en cada marcha por la memoria, la verdad y la justicia, recordando que la lucha contra la impunidad no ha terminado. Su caso es un recordatorio constante de que la democracia, para ser plena, debe garantizar el castigo a los crímenes de lesa humanidad y la erradicación de toda forma de represión.
A 19 años de su desaparición, la pregunta por el paradero de Jorge Julio López sigue sin respuesta, manteniendo viva la herida de la impunidad y la exigencia de justicia.