Rosario: ¿Boom Inmobiliario? Javkin Autoriza Torres de 120 Metros
El Concejo Municipal de Rosario aprobó una nueva ordenanza que permite la construcción de torres de hasta 120 metros de altura en determinadas zonas de la ciudad. La iniciativa, impulsada por el oficialismo y apoyada por sectores del peronismo dialoguista y libertarios, generó debate y controversia entre concejales y urbanistas.
¿Dónde se podrán construir estas torres?
La normativa establece que las torres de perímetro libre, es decir, aquellas retiradas de los límites de la parcela, podrán construirse en el área central delimitada por Bv. Oroño, Av. Pellegrini y el río Paraná, en el primer anillo perimetral al área central (área de tejido 1), en corredores urbanos y en el Frente de Renovación Urbana Rondeau.
Exclusiones importantes
Quedan excluidas las áreas de reserva para planes de detalle o planes especiales fuera del casco céntrico, las parcelas frentistas a pasajes y aquellas ubicadas sobre los corredores urbanos Eva Perón y Rivarola, entre Av. de Circunvalación y el límite del municipio. Esta exclusión busca proteger zonas residenciales y evitar la saturación de áreas con infraestructura limitada.
Críticas y advertencias
La concejala Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular, advirtió sobre la necesidad de normativas claras y transparentes que no favorezcan a desarrolladores inmobiliarios específicos. Señaló que estas construcciones no deben realizarse en lugares con déficit de infraestructura y sin un plan urbano consensuado. Gigliani enfatizó que el crecimiento de la ciudad debe estar acompañado de criterios urbanísticos claros, previsibles y sostenibles en el tiempo.
Impacto en la ciudad
La aprobación de esta ordenanza podría generar un importante boom inmobiliario en Rosario, transformando el paisaje urbano y atrayendo inversiones. Sin embargo, también plantea desafíos en términos de infraestructura, servicios públicos y calidad de vida para los residentes. Es crucial que el desarrollo urbano se realice de manera planificada y sostenible, teniendo en cuenta las necesidades de todos los sectores de la sociedad.
- Infraestructura: ¿Está la ciudad preparada para soportar el aumento de densidad en estas zonas?
- Servicios públicos: ¿Se garantizará el acceso a agua, luz y cloacas para todos los habitantes?
- Calidad de vida: ¿Cómo afectará la construcción de torres al tránsito, al espacio público y al medio ambiente?
El debate sobre la construcción en altura en Rosario está lejos de terminar. Será fundamental que las autoridades municipales, los desarrolladores inmobiliarios y la sociedad civil trabajen juntos para encontrar un equilibrio entre el crecimiento económico y el bienestar de la comunidad.